Pese a que no son los transportines más populares, en el caso de gatos recién rescatados, adultos o con tendencia al estrés, sería más óptimo buscar uno con apertura superior, y no lateral, que además de facilitar su manipulación para introducirlo con más delicadeza, permite al profesional veterinario poder realizar la revisión de rutina sin necesidad de extraerlo de la caja y reduce la posibilidad de una mala reacción felina.