En Madrid, aprovechando que a “cara de piedra” le venía bien hacerle daño a Ayuso y que los sindicatos que no pudieron dejar de pelar gambas para protestar por los graves y numerosos problemas del país, sí hicieron un hueco mientras se hacían las angulas al ajillo, para montar una huelga política, camiseta de inglaterra con manifestación incluida. Dicen que el británico habría consultado al juez de línea Fernando Buergo y que el mexicano lo habría negado por una suerte de camaradería latinoamericana.