Porque en los Lakers de las 33 victorias consecutivas (récord absoluto en el deporte profesional americano), un equipo que fue campeón en 1972 estaban Chamberlain y West, pero también un magnífico anotador como Goodrich (25,5 puntos por partido, quinto de la NBA). Es muy fácil de usar y su diseño ergonómico evita que se deslice en las manos. Algunos, además, ven incomprensible que Luis Enrique siga ignorándole, pese a ser, año tras año, el mejor goleador nacional en LaLiga.