En la mayoría de los casos, aquel que empieza la competición con un número asignado lo lleva hasta acabar la misma y, en la mayoría de casos, hasta acabar el contrato que lo liga al club. Por un lado y como origen más documentado y que más años lleva explicándose, nos encontramos con la que nos dice que no fue hasta el año 1928 en el que Herbert Chapman, entrenador del Arsenal y uno de los grandes teóricos del fútbol, propuso numerar a todos los jugadores que tomaban partido en un encuentro, para así identificarlos mucho mejor.