El entrenador siguió siendo Di Stéfano, demostrando así su compromiso con el club a pesar de tener ofertas de clubes de Primera. Los únicos refuerzos fueron el uruguayo Bossio y el máximo goleador de la temporada anterior en Segunda, el castellonense Alcañiz, que completaban a los canteranos que siguieron en el club a pesar del descenso como Arias, Subirats, Voro, Fernando, Revert, Giner, Sixto o Fenoll, y jóvenes como Quique, equipacion de holanda Arroyo o Jon García.