Al estar en situación concursal , el club debía ahorrar dinero, por lo que limitó drásticamente los fichajes y muchos jugadores abandonaron el club vitoriano. Se aseguró que habría una segunda fase de venta de acciones para democratizar el club pero nunca llegó a realizarse. La temporada siguiente se contrató a Unai Emery con el objetivo de volver a la Champions League, objetivo que no se alcanzó hasta dos años después.